Pues ni Papu ni cangurera ni nada de esas cosas que nos regalaron, nada de eso le gustó a nuestra dragoncita, se sentía atrapada, encerrada, apretada, vayan ustedes a saber como. Entonces como parte complementaria del psicoprofilactico fuimos a una clase de masaje para bebes y crianza con apego y nos mostraron los rebozos o fulares y a los tres nos encantaron. Lo bueno fue que en la clase tuvimos la oportunidad de probarlos con Isa y que la instructora te ayudaba a acomodar a la bebe en la postura correcta; había de distintos tipos de tela y esta aunque me recordaba mucho a beetlejuice era la mas suavecita y elástica de todas. Isa se quedó tan agusto con su papá que hasta se durmió así que tuvimos que aplicar la de "nos lo llevamos puesto".
Es realmente practico para ir al super, e incluso cuando fuimos a Mazamitla por que te distribuye el peso de bebé en toda la espalda y te deja las manos libres.
Aquí papá canguro
y aquí mamá canguro.
Creo que a Isa le encanta por que puede ir en el chisme o dormirse, y ya que este mas grandecita podremos acomodarla para que vaya viendo al frente.
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