Soy muy antojada por naturaleza así que cuando tenia antojo de algo no le daba mucha importancia y al ratito se me pasaba. Pero todo ese lunes estuve pensando en Sandia, ya por la noche se lo comente a mi Wero y aunque ya era tarde fuimos al super a comprar mi antojo. Se me hacia agua la boca mientras la partiamos y la aderezabamos con limon, sal de grano y tajin. Solo que al cuarto o quinto bocado mal iba para abajo cuando por el mismo camino regreso. Asi terminaron mis antojos y empezaron mis nauseas vespertinas-nocturnas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario